viernes, 25 de noviembre de 2011

No Serotonin

Lágrimas caledoiscópicas.
Luz solar que no calienta lo suficiente para desterrar la sombra opresora.
El corazón sigue latiendo. No es grave, pero touché.

Mirar a solas cómo se va oscureciendo la habitación, sin salir del refugio caliente y protector de las sábadas. Sola, perdiendo el tiempo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Night of the hunter


Un, deux, trois, cinq
La noche aún era joven cuando cerró tras si la puerta del lugar donde vivía. Experimentó el aliento del frío en los labios, el sabor del ambiente en la lengua. Parecía chocolate derritiéndose lentamente.
Anduvo en el silencio oscuro de la calle.
Había sido perseguido durante toda su vida. Era el hijo bastardo del miedo. Era el cazador de la noche, el observador desapercibido a la luz del día. Miraba a los extraños y veía sus miedos en el
fondo de sus ojos, conocía la razón de su dolor y sus suspiros. También entendía del sentimiento amor. No lo compartía.
Comenzó a encontrarse con algunos humanos jóvenes en los callejones. Desprendían olor a alcohol y sustancias más dulces y atrayentes, las cuales, afectarían a su sistema nervioso de una forma humillante. Pasó a su lado, sin inmutarse por sus risas o llantos, quejidos o fascinaciones. Los miró y surgió la lástima en algún lugar de su pecho.
Entró en uno de los pubs con menos luz de la ciudad. Nadie percibió su presencia, se escabulló entre los inmigrantes ciclados que custodiaban la puerta. La música atravesó su tímpano para después convertirse en un impulso eléctrico perfecto, le gustaba lo que oía. Metal.
Las luces epilécticas danzaban al ritmo de la música. Y sólo captaba imágenes discontinuas. Aún así, la vio.
Acompañada de la pérdida de integridad. En los brazos de un hombre que recorría la totalidad de su cuerpo, sin detenerse. También sintió el núcleo de oscuridad y el halo que la acompañaba. Ella no tenía miedo, no sentía nada. Estaba muerta. Y se seguía autodestruyendo.


martes, 25 de octubre de 2011

To have a good day



Dibujar en el aire una sonrisa. Lanzarla desde mi ventana y repartirla al mundo.
Jugar con los primeros rayos naranjas del amanecer mientras me hace cosquillas entre las sábanas calientes. Suspirar y saborear un café humeante entre las manos. Me quemo, pero es agradable.
Saltar al sentir la energía de una canción. Con los ojos cerrados, sin miedo a caer.
Saber que cada cosa forma parte de algo mayor y más complejo, que todo es fascinante.
El funcionamiento se mezcla con el azul eléctrico del cuadro en la pared.
El viento huele a mojado y a ozono.


sábado, 22 de octubre de 2011

Ella quería olvidar todo lo que había visto. Tenía las manos manchadas de sangre, sentía su calor en la piel. No sabía cómo ni qué hacía allí. Sólo tenía miedo.

Olvidada ya se mece en el jardín. Odiada y sola. La lluvia que cae no puede salvarla de su dolor. Y sin embargo, no hace nada para evitar morir semanas más tarde en la cama, mientras la fiebre le producía las alucinaciones más terroríficas. No sentía arrepentimiento.

martes, 23 de agosto de 2011

Wolf Infection


It doesn't matter if you are not so fast as you imagined. You are on the way. I listennig to you, I waiting for fortune.
Today I'm lots of colours. Today I'm the windy music of guitars. Feel it... Like I show it to you.


martes, 16 de agosto de 2011

Aprender a buscar


Alzó la vista por encima de sus gafas de sol, y el color original de las cosas surgió ante ella, desterrando el viejo tono vintage y amarillento de sus lentes.
Podía oler el sonido del agua caer, las gotas de perfume barato de los extranjeros, mezclado con la humedad de la piedra, flores silvestres y sudor.
El calor abrumaba, adulaba la mente y la paralizaba para que fuera única y exclusivamente receptora de emociones.
No había tristeza en aquel Paseo de los Tristes, tal vez un letargo melancólico en el aire, de lo que fuera un día su pavimento de tierra, o tal vez, ya empedrado, camino de mercado de día, paseo de los amantes de noche.
Ella se dedicaba a apreciar los detalles: era buscadora de belleza, un empleo que, para algunos estaba en decadencia, para otros significaba futuro de renovación y llamada a la transformación de los antiguos cánones. Es cierto que los humanos estamos destruyendo la Naturaleza, y con ello la fuente primaria de la belleza. Pero los buscadores de belleza son gente que conseguirán sobrevivir, en su ansia de encontrar cualquier resquicio que emocione, que haga sentir y se expanda como una onda sísmica por el cuerpo, que produzca bienestar, plenitud. No obstante, lloran por cada árbol que se destruye, por cada vida que desaparece. Eso es arte, es único.
Sus pies podían sentir cada piedra del suelo, clavándose en la planta, siendo algo molesto. También adquiría un sentido histórico a cada paso.
De su mano, otra mano. Suave, de dedos largos, elegante. Sonreía mientras una especie de armonía -también musical-se entretejía en el ambiente, con ornamentos delicados y justos. Para ella era tangible. Hermosamente tangible: agua, verano, color, olor a té, flores, sombra, piedra, recuerdos, historia, amor.

martes, 21 de junio de 2011

Momentos perfectos


Me encanta el relámpago que nace en mi piel cuando te detienes a mirarme. Tienes el cielo de verano en los ojos.
Me encanta cuando sonríes (a veces arrugas la nariz). Te imito. Estoy feliz.
Atardecer en tu piel, anochecer en tu pecho rodeados de luces naranjas procedentes de la calle.
Escuchar la música que eliges... O escucharte hablar a ti de cualquier cosa...¿Qué sé yo? ¿Coleópteros?
Tengo ganas de tirar el reloj por la ventana porque me falta tiempo para disfrutar de cada segundo contigo....De cada momento perfecto.