sábado, 7 de noviembre de 2009

Fantasmas del pasado


Ayer fue un día de olor a noviembre, por fin. Después de tanto otoño aletargado surge en el fuego el sin fin de matices que me provocan la respuesta.
Me gusta el frío y el viento. Me hacen sentirme viva.
Ayer una mala noticia llegó hasta mí, irremediablemente, irrestiblemente. Fantasmas sin rumbo acudieron a mi mente, imágenes, sonidos, pensamientos y risas. Era otra época, diferente, ni mejor ni peor, pero me gustaba. Te planteas muchas cosas: la proximidad de la muerte, la facilidad con la que nos acecha en cada esquina, en cada accidente accidentado.
Es curioso que eso me dé fuerzas para mirar a mi alrededor y darme cuenta de la cantidad de cosas que no podía ver porque ya las suponía.
La tierra húmeda bajo mis pies.
Los abrazos.
...Todo me es suficiente.

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