- ¿Ah no? Pues yo creía que todo era puramente azar y casualidad...
-Más quisieras...
Cada uno miró hacia lados opuestos, evitando establecer contacto.
-¿Y qué me dices de las decisiones? ¿También azar?
-Simplemente destino, aunque tú no fueras consciente de la respuesta, ya la conocías.
- Creo que te equivocas, y así te eximes de la responsabilidad.
- Responsabilidad... ¿Qué es eso?
Ambos rieron, cómplices.
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